El 14 de febrero fue señalado como día de fiesta desde el 1969, cuando el calendario Católico Romano dedicó esa fecha para recordar a dos santos cristianos, uno de ellos San Valentín, martirizado por el emperador romano Claudio II. La historia nos dice que San Valentín fue sacrificado porque se dedicó a casar parejas, aun cuando el emperador lo había prohibido. Al parecer, el dirigente romano tenía la creencia de que los soldados casados no eran tan buenos y eficientes como los solteros. Además, en la antigua Roma, el 15 de febrero se celebraba el día de la fertilidad o lupercalia, en honor del dios Lupercus. A través de los siglos se han conjugado toda una serie de leyendas y tradiciones y el Día de San Valentín es en la actualidad una fecha dedicada a los enamorados; un día en que se intercambian mensajes y obsequios para demostrar amor y amistad a los seres más queridos.