La grandeza de un ayer lejano le saludará con su enorme variedad por donde quiera que vaya. Color, folclor, noche, día, sabores propios y música contagiosa de arraigado timbre nacional brotan de los latidos mexicanos. Tierras que van desde el Océano Pacífico, el Atlántico, el Mar Caribe, lo desértico, la jungla tropical, sitios arqueológicos, arquitecturas y paisajes enlazados a cadenas de hoteles, centros de entretenimiento y comerciales que llaman al descanso activo y renovador. Baste decir doce nombres que evocan plenitud espiritual y placer: Cancún, una de las ciudades cosmopolitas más frecuentadas del mundo; Cozumel, la meca del buceo; Isla Mujeres, la isla de los sueños; Playa del Carmen, ciudad más grande de la Riviera Maya; Chetumal, moderna ciudad costera, capital del Estado de Quintana Roo; Campeche, Valladolid y Villahermosa, ciudades coloniales por excelencia, Mérida, la ciudad más antigua del Estado de Yucatán; Progreso y Veracruz, importantes ciudades de sitios arqueológicos. Más allá de la Rivera Maya, en las aguas atlánticas se encuentra Acapulco, donde todo de día nos embelesa y de noche nos despierta los sentidos. México, no es un destino turístico, de hecho es una docena de destinos, donde corales, arrecifes y hasta un museo marino, el buceo y la transparencia de sus aguas nos hace pedirle que escoja usted su destino para no arrepentirse jamás de haberlo hecho.
Es por ello que según la Organización Mundial del Turismo, México es el principal destino turístico de América Latina y uno de los 10 países más visitados del mundo.