Rep. Dominicana

Escudo

El escudo dominicano ha sufrido un largo proceso de modificaciones. La historia del país registra no menos de catorce escudos, hasta llegar al que se conoce hoy día. El primero utilizado como símbolo en la primera contienda de la Guerra de Independencia, guardaba un estrecho parecido con el original de la República de Haití. En el mismo no aparecían las palabras actuales. La segunda modificación sustancial de éste, fue delineado por la Constitución de Noviembre de 1844, en su artículo 195. Se agregó allí el nombre de Repúblia Dominicana y se inserta en el centro, una cinta que recoge: "Dios Patria y Libertad". De todos los escudos dominicanos del siglo XIX, el que guarda mayor parecido con el actual, es el del año 1857. El escudo actual es oficializado por Decreto dictado por el Presidente Nouel en el año 1913 y diseñado originalmente por Casimiro de Moya. La forma del escudo nacional es un cuadro con los colores nacionales: rojo, blanco y azul, con los ángulos superiores salientes y los inferiores redondeados, el centro de cuya base termina en forma de punta formando un cuadrado perfecto. Al centro del escudo se ubican 6 astas porta-banderas, 4 con banderas recogidas en la parte inferior, que sostienen la Biblia abierta y encima una cruz. Al lado izquierdo un ramo de laurel como símbolo de inmortalidad y la derecha un ramo de palma que representa la libertad. En la parte superior coronado por una cinta azul ultramar en la cual se lee el lema: "Dios, Patria y Libertad" y en la base se encuentra dispuesta una cinta de color rojo bermellón con las palabras: República Dominicana.


Himno Nacional

El Himno Nacional Dominicano fue compuesto por el músico José Reyes sobre un texto del poeta y educador Emilio Prud'homme en 1883. La primera versión de los versos de Prud'homme fue publicada el 16 de agosto de 1883 en el semanario capitaleño "El Eco de la Opinión". El 17 de agosto de 1883 el himno fue estrenado en una velada que celebró la prensa nacional en la Logia Esperanza de Santo Domingo. Lo cantó un grupo de jóvenes con el acompañamiento de una pequeña orquesta, en la que el propio José Reyes tocó el cello. La composición fue bien recibida por el público y desde entonces comenzó su lento proceso de popularización. No fue sino hasta el 30 de mayo de 1934 cuando el presidente de la República Dominicana, Rafael Leonidas Trujillo Molina, mediante la Ley número 700, declaró himno oficial de la República el compuesto por el maestro José Reyes con letra del poeta y educador Emilio Prud'homme. Quisqueyanos valientes, Alcemos Nuestro canto con viva emoción, Y del mundo a la faz ostentemos Nuestro Invicto, glorioso pendón Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte, A la guerra a morir se lanzó, Cuando en bélico reto de muerte Sus cadenas de esclavo rompió. Ningún pueblo ser libre merece Si es esclavo, indolente y servil; Si en su pecho la llama no crece Que templó el heroísmo viril. Más Quisqueya la indómita y brava Siempre altiva la frente alzará; Que si fuere mil veces esclava Otras tantas ser libre sabrá. Que si dolo y ardid la expusieron De un intruso señor al desdén, Las Carreras! Beler! ... campos fueron Que cubiertos de gloria se ven. Que en la cima de heroico baluarte De los libres el verbo encarnó, Donde el genio de Sánchez y Duarte A ser libre o morir enseñó. Y si pudo inconsulto caudillo De esas glorias d brillo empañar, De la guerra se vió, en Capotillo La bandera de fuego ondear Y el incendio que atónito deja De Castilla al soberbio león, De las playas gloriosas le aleja Donde flota el cruzado pendón. Compatriotas, mostremos erguida Nuestra frente, orgullosos de hoy más; Que Quisqueya será destruida Pero sierva de nuevo, jamás! Que es santuano de amor cada pecho Do la patria se siente vivir; Y es su escudo invencible, el derecho; Y es su lema: ser libre o morir. Libertad! que aún se yergue serena La Victoria en su carro triunfal, Y el clarín de la guerra aún resuena Pregonando su gloria inmortal. Libertad! Que los ecos se agiten Mientras llenos de noble ansiedad Nuestros campos de gloria repiten Libertad! Libertad! Libertad!.


Baile

El Merengue, es un baile folklórico dominicano que se ha difundido ampliamente no sólo en el país, sino también internacionalmente. En realidad, poco se sabe en concreto acerca de su origen, aunque su aparición se pierde en las brumas del pasado, con una mezcla entre lo africano, la contradanza, mazurca y el vals europeo. Si se sabe que nació con carácter de melodía criolla tras la batalla de Talanquera donde triunfaron los dominicanos. A mediados del siglo XIX, de 1838 a 1849, un baile llamado URPA o UPA Habanera, se paseó por el Caribe llegando a Puerto Rico donde fue bien recibido. Este baile tenía un movimiento llamado merengue, que al parecer, es la forma que se escogió para designar el baile y llegó a República Dominicana, donde ni siquiera se mencionó en los primeros años. Ya en 1850 se puso de moda, desplazando a la Tumba y a partir de ese momento tuvo muchos detractores. A principios de la década se desató en los periódicos de la capital dominicana, una campaña en defensa de la Tumba y en contra del merengue, que reflejaba el auge que iba adquiriendo el primero en detrimento de la última. Desde el principio el merengue se interpretó con los instrumentos que poseía el pueblo y que les eran más fáciles de adquirir, las bandurrias dominicanas, tambora (tambor de dos parches), el güiro y instrumentos de cuerda autóctonos de la región, como son el tiple, la bordona, el cuatro, el seis y el doce. Después apareció el acordeón diatónico de origen alemán, que por su fácil manejo desplazó la bandurria. Posteriormente fue bien acogido y fueron apareciendo piezas de la nueva música con títulos muy populares como "¡Ay, Coco!", "El sancocho", "El que no tiene dos pesos no baila", y "Huye Marcos Rojas que te coje la pelota". La estructura musical del merengue en la forma que se puede considerar más representativa, constaba de paseo, cuerpo o merengue, y jaleo. Las formas literarias que acompañan al merengue son las más comunes dentro del arte popular la copla, la seguidilla, y la décima, apareciendo pareados de vez en cuando. Con esta variante el merengue se adentró en la sociedad dominicana, integrándose por completo con ciertos sectores sociales desplazando inmediatamente a otras danzas como la Tumba y acaparando el fervor del pueblo. La música y la letra de este baile de parejas ha tenido como autores más notables a Johnny Ventura y Félix del Rosario, quienes, junto con Alberto Beltrán y Juan Luis Guerra, han sido también los intérpretes más destacados del país.


Flor

La flor de la caoba (Swietenia mahagoni) o caoba verdadera o de las Antillas es la Flor Nacional dominicana. Sus flores son pequeñas, verdes y muy poco llamativas. Son unisexuales y los árboles son monoicos, con flores femeninas y masculinas presentes en cada inflorescencia. La madera de este árbol de la isla fue la primera fuente comercial de caoba en el mundo. En la actualidad unos 200 tipos de madera se venden bajo este nombre, pero la caoba verdadera está restringida a las islas antillanas.


Arbol

La Caoba (Swietenia Mahogani), aunque no es endémica del país, es el símbolo de la flora nacional dominicana. Es una de las maderas más valiosas de América Tropical y está considerada como una especie en peligro de extinción, especialmente en Centroamérica, por la forma irracional en que se ha explotado a través de los años. Es considerada por muchos, como la madera más fina para gabinetes y muebles de lujo. Se usa en molduras, construcción naval, así como en instrumentos musicales. También es una de las favoritas de quienes tallan madera. Se comercializa como madera bruta, aserrada y en contrachapados. Por otro lado es un árbol muy usado como ornamento en parques y jardines.


Ave

La Cigua Palmera (Dulus dominicus) es el Ave Nacional de la República Dominicana y endémica del país. Puede ser vista en campos abiertos, en las partes más bajas, no así en las montañas más altas. Mide 20 cm de largo. Es de color olivo pardo, tirando a verde en las alas y la rabandilla. La parte inferior es de color café con leche o amarillo pálido, rayado con marrón.


Poeta

Pedro Mir Valentine es el Poeta Nacional dominicano. Fue además periodista e historiador, muy adorado en su país, reconocido como el poeta más destacado en el siglo XX y en cambio casi desconocido en el extranjero. El escritor conoció en vida el reconocimiento de sus compatriotas. A comienzos de la década de los ochenta, el Congreso lo nombró "poeta nacional" y más tarde, en 1993, obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Sus méritos no fueron sólo literarios, pues en 1975, Mir fue galardonado con el Premio Nacional de Historia por su obra "Las raíces dominicanas de la doctrina Monroe". La obra de Pedro Mir tiene un alcance universal, porque los temas que abordó, son comunes a todos los países pobres que aspiran a un mejor futuro.


Deporte

El deporte nacional es el béisbol o «pelota», como acostumbran a llamarlo los dominicanos. Se juega durante todo el año en todo el país, pero la temporada oficial es la de invierno. El país cuenta con excelentes jugadores de Grandes Ligas y con inmortales como Juan Marichal. Por otro lado existen excelentes campos de golf, incluyendo varios diseñados por artistas famosos como: Robert Trent Jones y Pete Dye. Los campos de golf de Playa Dorada, en Puerto Plata, y Los Cajuiles, en Casa de Campo, La Romana, se encuentran entre los más conocidos. Otro muy popular es el baloncesto y entre los deportes acuáticos, existen excelentes áreas para la pesca de curricán. Toda la isla cuenta con magníficas playas para practicar la pesca submarina.


Héroe

Padre de La Patria, Juan Pablo Duarte (1884). Considerado por su importante participación en la lucha por la liberación del país. En 1822, tras 12 años de relativa tranquilidad, Santo Domingo es nuevamente invadida por los haitianos, y no es hasta el 1844 cuando éstos serán derrotados por un grupo de patriotas dominicanos encabezados por Juan Pablo Duarte, quienes proclaman el Estado independiente de la República Dominicana.