Fue creado en el Decreto N° 4 del 19 de noviembre de 1889. La espada representa a la justicia. La esfera central, de color azul, contiene a la constelación de la Cruz del Sur. Alrededor de la esfera reposa sobre una gran estrella donde figuran los colores nacionales, el verde y el amarillo: esa estrella representa la Unidad Federativa del país. Las dos plantas son: a la izquierda, el café, y a la derecha, el tabaco, es decir, dos de los principales productos del Brasil. El fondo rayado de oro representa la alborada de la República y forma una gran estrella de veinte puntas. La fecha indicada en la cinta es la que corresponde a la proclamación de la República
Según algunos historiadores, el Himno nacional brasileño fue compuesto por Francisco Manoel da Silva en abril de 1831. Carecía inicialmente de letra, entonándose con sucesivas adaptaciones al metro y ritmo de la melodía. Una vez proclamada la República se llamó a concurso para sustituir ese Himno por otro más acorde con la nueva organización política. Finalmente, por decreto 171, del 20 de enero de 1890, la partitura de Francisco Manoel da Silva fue convertida en Himno oficial sin que nada se dijese sobre la letra. Más tarde y por iniciativa del compositor Alberto Nepomuceno, el Gobierno designó una Comisión que estudió y fijó la edición que sería adoptada oficialmente. Fueron aprobados los versos de Joaquim Osorio Duque Estrada, por ser los que mejor se adaptaban al ritmo de la música. Ouviram do Ipiranga as margens plácidas De um povo heroico o brado retumbante, E o sol da liberdade, em raios fúlgidos, Brilhou no ceu da Pátria nesse instante. Se o penhor dessa igualdade Conseguimos conquistar com braco forte, Em teu seio, ó Liberdade, Desafia o nosso peito a propria morte! O Pátria amada, idolatrada, Salve! Salve! Brasil, um sonho intenso, um raio vivido De amor e de esperanca à terra desce, Se em teu formoso céu, risonho e limpido, A imagen do Cruzeiro resplandece. pela própria natureza, Es belo, és forte, impávido colosso, E o teu futuro espelha essa grandeza. Terra adorada, Entre outras mil, Es tu, Brasil, O Pátria amada! Dos filhos deste solo és mãe gentil, Pátria amada, Brasil! Deitado eternamente em berco esplêndido, Ao som do mar e à luz do céu profundo, Fulguras, ó Brasil, florão de América, Iluminado ao sol do Novo Mundo! Do que a terra mais garrida Teus risonhos, lindos campos têm mais flores; Nossos bosques têm mais vida, Nossa vida em teu seio mais amores. O Pátria amada, Idolatrada, Salve! Salve! Brasil, de amor etero seja símbolo O lábaro que ostentas estrelado, E diga o verde-louro dessa flâmula -Paz no futuro e glória no passado- Mas se ergues da Justica a clava forte, Verás que um filho teu não foge à luta, Nem teme, quem te adora, a própia morte. Terra adord, Entre outras mil, Es tu, Brasil, Ó Pátria amada! Dos filhos deste solo és mãe gentil, Pátria amada, Brasil!
Son símbolos de la República Federativa del Brasil, la bandera, el himno, el escudo y el sello nacional. El Sello Nacional tiene los distintivos a que se refiere el decreto 4 del 19 de noviembre de 1889 y está constituido por un círculo que representa una esfera celeste, idéntica a la que se encuentra en el centro de la Bandera Nacional y tiene alrededor las palabras "Republica Federativa do Brasil". Es usado para autentizar los actos de Gobierno y también en los diplomas y certificados.
La Samba es el baile más popular del Brasil. Samba, voz masculina en portugués (o samba), es la música -y, con ella, el baile- más característico del país, es una danza de origen africano, de ritmo rápido y compás binario. En ella, se perciben nítidas sus raíces africanas, que hallaron su primer refugio en la región de Bahía, para después pasar de la calle a las salas de baile a finales del siglo XIX (en que recibió un claro influjo del llamado maxixe) y logró imponerse en la primera mitad del siglo XX; y de aclimatarse en la ciudad de Río de Janeiro. Es aquí en Río de Janeiro donde se desarrolla la Samba tal y como la conocemos hoy, con un primer documento sonoro que data de 1917: "Pelo Telefone" ("Por teléfono"), de Donga y Mauro de Almeida. Ya en la primera mitad del XX la Samba tuvo grandes precursores como el gran José Barbosa da Silva. En 1928 nació la primera escuela, que constituye una clara expresión del arte de las comunidades afro-brasileñas de los barrios de Río de Janeiro, orgullosas de sus raíces y de su folklore. El nombre de esa escuela era Deixa falar (Déjame hablar) y nació un 12 de agosto en el Estácio (Río de Janeiro), animada por Ismael Silva, Armando Marçal, Rubens, entre otros. En 1932, se celebró el primer desfile extra-oficial de escuelas de Samba; más tarde, en el carnaval de 1935, se celebró el primer desfile oficial de Samba, en el que triunfó la escuela Portela. En Europa y Estados Unidos, el conocimiento de este género musical no se produjo hasta los años cuarenta, gracias más al baile que a las canciones, con sus característicos movimientos y su ritmo sincopado 4 x 4. En sentido general, la razón de la fama de esta modalidad musical es el resultado de la suma de varios factores; de todos ellos, los dos principales son, sin lugar a duda, el carnaval de Río de Janeiro y el triunfo de los músicos brasileños en todo el mundo a partir de los años sesenta, en especial tras el nacimiento de la bossa-nova con Antonio Carlos Jobim, João Gilberto o Vinicius de Moraes. Antes del nacimiento de esta exitosísima forma de la música brasileña, la Samba había dado ya en varios subgéneros, como la samba-canção, samba-enredo o la samba-de-breque. Con ese punto de partida, hoy existen escuelas de Samba por todo Brasil, constituidas como grupos de danza, de canto y actuación. Estos grupos muestran su grado de desarrollo artístico durante las fiestas de carnaval con la presentación de un determinado tema en el lugar indicado, sobre una pasarela que llega a los 530 metros y en la que las escuelas desfilan con su peculiar técnica.
Ipê, la Flor Nacional de Brasil: También denominado vulgarmente "Ipê da Varagem" e "Ipê Tabaco". Su nombre científico es Tababuia speciosa. Hasta principios de este siglo se lo consideraba incluido entre los tecomas longifloras. Se trata de un árbol de mediana altura que abunda en las laderas de las montañas de Río de Janeiro (Serra dos Orgãos y Serra da Estrela). Florece en octubre. Las flores, dispuestas en umbelas multifloras, son de un hermoso amarillo intenso. Por tradición, la flor de ipê es considerada como la flor nacional.
Cuando el inglés Charles Miller desembarcó en Brasil, a finales del siglo pasado, con un balón para intentar introducir aquí el nuevo juego -el fútbol- que se generalizaba en Inglaterra, jamás imaginó que una nación sudamericana se convertiría en el país del fútbol. Este deporte se extendió como una fiebre y, rápidamente, ocupó los campos de hierba de los clubs elegantes y las campiñas. Los ingleses y sus descendientes fundaron los primeros equipos, las primeras ligas, y desde entonces el fútbol se convirtió en la pasión nacional brasileña. En la década de los veinte, Brasil ya era una potencia en América del Sur. En los años 30, los europeos ya estaban fascinados con el fútbol de Domingos da Guia, un defensa con habilidad de atacante; con Leónidas da Silva, que alcanzó fama internacional; y con Friedreich, un goleador implacable. Sin embargo, el primer título mundial tardaría en llegar. Todo lo que el fútbol brasileño tenía de talentoso, lo tenía de desorden administrativo. En los primeros años treinta, la creación del profesionalismo dividió a los clubs. Las selecciones disputaban competiciones en el exterior sin estar mínimamente estructuradas. La oportunidad de conquistar un gran título llegó en 1950, cuando Brasil fue la sede de la Copa del Mundo y construyó en Río de Janeiro el mayor estadio del mundo, el Maracanã con capacidad para 200.000 personas. En la actualidad existen más de 8000 Clubes deportivos en el país y varios estadios además del Maracanã, que pueden admitir gran cantidad de espectadoras. Brasil ha dado grandes jugadores en este deporte, ejemplo de ello es el reconocido Pelé (Edson Arantes do Nascimento) de reconocida fama internacional, también Arthur Antunes Coimbra; otros más jóvenes como Ronaldo Luiz Nazario da Lima, Donato Gama da Silva, José Roberto Gama de Oliveira, Vitor Barbosa Ferreira (Rivaldo), entre otros. Otros deportes populares que se practican y que también han tenido merecidos reconocimientos y altletas destacados como en el atletismo con jugadores como Ademar Ferreira da Silva; el automovilismo con pilotos como Emerson Fittipaldi y Nélson Piquet, El Voleibol, es por su parte, un deporte muy popular tanto para hombres como mujeres. Tiene valiosos atletas y a lo largo de la historia tanto el equipo femenino como el masculino han conquistando medallas en Copas Mundial como la del equipo femenino en 1991 y en los juegos Panamericanos del ´99. Así mismo, el equipo masculino ha obtenido marcados resultados como en las Olimpiadas de 1992. En el Voleibol femenino de playa el dúo brasileño ha obtenido campeones mundiales en los juegos de 1997. El Tenis es también un deporte muy destacado en el país. Al final de la década del ´50 y inicio del ´60 se obtuvieron grandes resultados con la tenista Maria Ester Bueno y en la actualidad están también Gustavo Kuerten, entre otros. En el boxeo Brasil ha obtenido grandes resultados con Acelino de Freitas, o Popó, campeón mundial. Los brasileños se destacan también en el Remo, Vela, Judo y natación, donde tienen conquistadas medallas de oro, plata y bronce en diversas modalidades y competencias. Existen también otros deportes, que aprovechando las ventajas del clima y de un basto litoral, comienzan a tener éxitos como el Surf, Windsurf, vuelo libre que por demás, están cada vez, con mayor participación.
