Llamada la ciudad blanca por la limpieza de sus calles y de su gente, fundada en l542 sobre ruinas, no necesita hacer alarde de su modesta sencillez de herencia franciscana. A pesar del paso del tiempo, aún conserva monumentos de arquitectura civil plateresca como la fachada de la Casa Montejo y coloniales como el Palacio de Gobierno que se destacan por su belleza e importancia y la Catedral de Mérida por ser una de las más antiguas de México. El júbilo es parte de la tradición donde música y folclor se dan la mano para permitirse el lujo de cerrar los parques Hidalgo, Santa Ana, Santa Lucía y Plaza Mayor y exhibir baile y artesanía, ocasión especial para comprar objetos típicos. Su tradición artesanal a base de fibras de palma, junquillo y madera data de la época de los Mayas, otras fueron añadidas de la época colonial como el trabajo de orfebrería, bordados y talabartería. En Mérida se une lo moderno y lo tradicional. Usted podrá recorrer sus museos, parques, mercados y centros comerciales durante el dia y en las noches restaurantes de primera clase, discotecas, centros nocturnos y luego un hotel o hacienda del siglo XVII lo espera para brindarle completa satisfacción.