Saint-Pierre la antigua capital de Martinica quedó desvastada a principios de siglo, totalmente destruida en 1902 por la erupción del Volcán del Monte Pelée en tan sólo tres minutos. La ciudad -renace hoy de sus cenizas- habitada por 6.000 habitantes, conserva orgullosa las ruinas cenicientas de su esplendoroso pasado, junto a indicios de su brillante porvenir y un paisaje fascinante con atractivos diversos que harán las delicias y el placer del turista.Se encuentra en una bahía hacia el noroeste de la isla y al pie del Monte Pelée; una de las principales carreteras conduce hasta aquí a lo largo de toda la costa, desde la capital, otra de las principales vías, desde Marigot o Basse Pointe, en la costa sur de la isla, también conduce hasta esta ciudad.