Es un pequeño país tropical de 37 millas cuadradas, perteneciente a las Antillas Holandesas. Se localiza en el extremo sur y este de una pequeña isla dividida en dos territorios diferentes: Saint Maarten en la parte holandesa y Saint Martín en la francesa. Con el tiempo ambas regiones han hecho distinción del legado cultural que le aportaron estas naciones y de la fuerte influencia de sus tradiciones. La frontera entre estas dos islas es imaginaria, ya que puede viajar libremente a donde usted prefiera. La ruta principal de ésta, se encuentra indicada por un sencillo obelisco, erigido en conmemoración de los 300 años del tratado de 1648 que estableció la actual división. Por su parte, Saint Maarten le asegura una experiencia sin igual, llena de aventuras y variadas opciones, en una atmósfera premiada por esa hospitalidad caribeña y europea. Con una excelente infraestructura turística y calidad en sus servicios le ofrece hoteles, restaurantes, bares, casinos, así como diversos sitios que le acercarán a la historia de la isla. En Philipsburg, su capital puede visitar el Fuerte Willem, el Palacio de Justicia, el Jardín Botánico; asimismo disfrutar de sus playas y alrededores como: Gran Playa de la Bahía; Playa Dawn al noreste de la ciudad; Playa Guana; Bahía Simpson, al oriente de la isla; Cupecoy, que entre muchas otras, resultan ideales para la práctica de cualquier deporte y, en especial, los náuticos. Los amantes de las ecoaventuras podrán emprender caminatas por los senderos de Loterie Farm, en el sector francés, al pie del cerro Paraíso, la mayor elevación de la isla. En cambio para quienes prefieren del golf pueden complacerse en Bahía Mullet. Desde Philipsburg podrá observar los enormes cruceros que llegan a estas tranquilas y hermosas aguas caribeñas. En general Saint Maarten es un excelente paraíso para quienes desean unas vacaciones diferentes entre cultura, juegos, diversión y sus cálidas aguas.