Barbados, la pequeña Inglaterra del Caribe, es una isla colmada de bellezas naturales y de una rica cultura autóctona, donde música y baile reflejan la herencia africana. Carnavales y festivales se suceden durante todo el año y los amantes del calypso, el reggae y el jazz compiten para optar por un premio. La más oriental de las Pequeñas Antillas, posee dos márgenes: la costa este con sus excelentes playas de arena dorada y la llamada "Costa de Platino", al oeste, con sus arenas de color plateado, bañadas por azules aguas, donde podrá practicar deportes acuáticos, deleitar su paladar en finos restaurantes y participar en fiestas y eventos. La Isla está dividida en once Parroquias: Christ Church, St Andrew, St George, St James, St John, St Joseph, St Lucy, St Michael, St Peter, St Phillip, St Thomas. Bridgetown, la capital cosmopolita, se encuentra en la Parroquia de Saint Michael, ofrece una mezcla de arquitectura moderna y colonial, con tiendas, restaurantes, varios puntos de interés y actividades de día en cruceros y helicópteros. Esta isla le ofrece sus Siete Maravillas, entre ellas el árbol de Baobats, cuyo tronco solo puede ser abarcado por 15 hombres; el Drax Hall, construido en 1650 por los hermanos William y James Drax. Esta es una de las propiedades de azúcar más antiguas y grandes en Barbados y la Cueva de Harrison, una impresionante galería submarina de estalactitas y estalagmitas, atravesada por un riachuelo de aguas cristalinas que forma varias cascadas y pozos de impresionante belleza. En cuanto a deportes, puede practicar golf, polo, ver carreras de caballos y el orgullo de los barbadenses, el cricket, su deporte nacional. A los nativos, llamados entre ellos "bajans", le gustan la comida picante y con muchas especias para sazonar sus alimentos, especialmente el pescado. Un plato típico de la región es el Flying Fish, (pescado volador) sin dejar de mencionar el arroz con coco y frijoles, el pollo guisado al currí, ensalada de papas con mayonesa y mostaza y el pescado frito relleno entre muchos más.