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La aventura de la vida es siempre difícil, necesitamos encontrar cada mañana una razón que nos haga abrir los ojos y decir: ¡Empieza un nuevo día, vamos a vivirlo!
Las horas que pasamos en nuestro trabajo son porcentualmente las más numerosas del día, si no contamos las que dormimos. Por eso es tan importante que éstas sean no sólo útiles o productivas, sino agradables y gratificantes.
Sin embargo esto no es siempre tan fácil, el día a día nos trae continuas complicaciones, decepciones, problemas y desmotivación en todos los campos. La pérdida de motivación en nuestro trabajo puede afectarnos no sólo en el rendimiento sino también en cómo nos sentimos como personas y cómo nos relacionamos con los demás.
En este capítulo que presentamos en el número dos, pretendemos ayudar a entender mejor estas situaciones y a detectarlas a tiempo, punto muy importante para poder solucionar este problema antes de que sea demasiado tarde.
Nuestra motivación será muy alta si este cuaderno sirve para que nuestros lectores se sientan mejor y encuentren ese elemento que les haga afrontar el día a día con fuerza para remontar cualquier desmotivación, una de las miles que cada día encontramos.
José Carlos de Santiago
Editor
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