Parte de la antigua Oranjestad, en las Antillas Holandesas, es ahora tierra ganada por el mar y en días tranquilos pueden verse los cimientos desde la línea costera.
El Hotel Maritza, en el tranquilo y a la vez excitante pueblo de Puerto Viejo. Se puede salir de la puerta y estar en la playa, bailar al ritmo de reggae y calypso, caminar a docenas de restaurantes, bucear en arrecifes de coral.
Parte de la antigua Oranjestad, en las Antillas Holandesas, es ahora tierra ganada por el mar y en días tranquilos pueden verse los cimientos desde la línea costera.