Frente a Ábacos y Eleuthera, los submarinistas pueden visitar los restos de dos trenes que se hundieron mientras eran transportados.
El complejo ofrece la posibilidad de hacer turismo ecológico, a lomo de mula o a pie, a través de senderos montañosos, entre plantaciones de café, donde habitan más de 100 especies de aves, o bien, alrededor del casco de la finca.
Frente a Ábacos y Eleuthera, los submarinistas pueden visitar los restos de dos trenes que se hundieron mientras eran transportados.