Fundamentos
Se ha constatado que en la actualidad estamos asistiendo a un renovado interés por consolidar la relación entre educación y trabajo, partiendo de transformaciones masivas en la división de las faenas y de la reingeniería en los criterios del sector educativo como consecuencia de la revolución de la informática y las comunicaciones a escala mundial. Asimismo, la política de empleo en el sector turístico cubano, especialmente para los jóvenes, ha tenido un efecto directo sobre el proceso de instrucción. Junto a la evolución de la enseñanza reglada, incuestionable triunfadora en nuestro país, han ido progresando también las ideas sobre la formación para el empleo y la capacitación en los puestos de trabajo; se trata de una línea en la formación y superación que requiere de una concepción necesariamente articulada con los procesos laborales para los cuales debe estar diseñada.
El nuevo milenio abre paso a una era en la que los cambios que sufrirán las empresas requerirán de un capital humano capaz de llevar adelante las novedades tecnológicas. En el ámbito turístico el servicio juega un papel cimero, a cuyo tenor la calidad se expresa a través del saber actuar, de ahí que la formación, el desarrollo y el perfeccionamiento de sus trabajadores tengan que garantizar la identificación con los principios del proyecto político social cubano; una formación técnica de gran competitividad; altos estándares del desempeño; una sólida cultura basada en los mejores valores nacionales y universales; y un refinamiento de las costumbres y mejoramiento de los gustos. Las escuelas del sistema, amén de ser portadoras de conocimientos profesionales y culturales, deberán suscitar el fortalecimiento de los valores, es decir, la asimilación de puntos de vista que permitan discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo decoroso y lo indigno.
Para poder hablar de una "Escuela propia" es preciso complementar el aprendizaje con disciplinas que contribuyan al acervo de la cultura científica y de la cultura en sentido de herencia social, la primera relacionada con los adelantos tecnológicos y la segunda como algo que influye directamente en la educación integral del individuo.
Si sustentamos la hipótesis que un sello distintivo en la calidad de los servicios se hace imprescindible, la capacitación habría que definirla como esencial en la formación de trabajadores capaces de ejecutar con excelencia sus funciones profesionales. El modelo didáctico elaborado por las escuelas deberá favorecer la interacción profesor-alumno en el medio natural del centro laboral; la concepción de hoteles y restaurantes docentes deviene entonces en un excelente escenario, y la introducción de sistemas de competencia laboral en las empresas cierra el ciclo de la capacitación y la formación continua en el ámbito empresarial. |