Introducción
Cualquier ser vivo que exista o que haya existido en la Tierra utiliza algo llamado "COMUNICACION" como la herramienta más importante para la supervivencia y la adaptación al medio. Ningún organismo se excluye, desde una medusa o una abeja hasta un delfín o una ballena. Evidentemente, al ser humano lo incluimos dentro de la escala de seres vivos. Antes de entrar en más detalles, con una mayor profundidad, diremos, sólo de momento, que la COMUNICACION es el acto de hacer llegar un mensaje a otro ser vivo. Todos los seres vivos emiten multitud de mensajes que, como decíamos al principio, son utilizados como herramienta de adaptación. Pero existe una diferencia fundamental entre la COMUNICACION que realizan los seres humanos y el resto de la escala filogené45
tica. Todos los elementos de COMUNICACION de todos los seres vivos, incluido el hombre en su aspecto más animal (en el buen sentido de la palabra), vienen dados por la Naturaleza misma, por el instinto, y son perfectamente previsibles porque funcionan mediante el esquema estímulo?respuesta. Sin embargo, el hombre, en su aspecto de animal superior, se diferencia de los demás seres vivos en que sus esquemas de COMUNICACION son elaborados de una manera razonada y, aunque algunos mensajes puedan emitirse de manera inconsciente, éstos son producto de una actividad cognitiva. Una de las características de la COMUNICACION humana es que, no solamente puede emitir mensajes no verbales, sino que sus mensajes comunicativos, en la mayoría de los casos, contienen un campo semántico o de significado verbal. Pero la dificultad que deriva de la superioridad comunicativa del Hombre es que el mensaje debe contener el mismo significado en el momento de la emisión que en la recepción del mensaje por el interlocutor.
La COMUNICACION es una herramienta de adaptación y supervivencia. Usar de manera incorrecta la COMUNICACION, sea de manera consciente o inconsciente o por desconocimiento, es comparable a utilizar la herramienta llamada martillo para limpiarse los dientes. Una cosa es lo que querernos decir, otra cosa es qué es lo que decimos, otra es lo que entiende el receptor del mensaje y es otra lo que quiere entender el receptor, En el momento que se modifica el campo semántico del mensaje en cualquier momento de la cadena comunicativa, ésta pierde su sentido, con el peligro que ello puede acarrear. |