Las islas del Caribe y las Antillas se extienden en forma de arco desde Bahamas hasta la proximidad de la costa de Venezuela. Representan los picos de una gran cadena de montañas que ha estado sumergida por milenios. Tienen aproximadamente 2.415 km de este a oeste y entre 640 y 1.450 km de norte a sur.
Las Antillas fueron las primeras tierras americanas que pisó Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492 siendo la primera la isla de Guanahaní, perteneciente a las Bahamas.
El nombre del mar se deriva del pueblo caribe, que habitaba la zona cuando llegaron los exploradores españoles en el siglo XV. Los únicos indios del Caribe legítimos se encuentran en la isla de Dominica.
El Caribe es sinónimo de naturaleza, historia y cultura, que se trasluce en todos sus rincones, a través de sus ancestrales tradiciones y las costumbres de sus pobladores. Aún son perceptibles las huellas de las grandes civilizaciones que transitaron por estas tierras, marcada por un mestizaje que no desmiente lo autóctono, en el cual confluye, paradójicamente, con lo foráneo y la aceptación de identidades diversas, que se unen logrando una simbiosis entre lo europeo y lo indígena. Hoy el Caribe significa un gran atractivo turístico.
Son mundialmente conocidas las marinas y playas como parte del tesoro natural muy apreciado en estas tierras. Las opciones de multidestino no se hacen esperar y entre las diversas opciones está la posibilidad de embarcarse en cruceros como el Costa Playa que toca tres puertos cubanos, incluida la bahía capitalina luego de visitar Montego Bay y la República Dominicana.
Las disímiles ofertas culturales constituyen una de las mejores opciones que se suman a sus indudables atractivos naturales, de las cuales no solo hay que resaltar una infraestructura de alojamiento y servicios de alto nivel, sino también la infinidad de propuestas que abarcan prácticamente todas las modalidades del turismo contemporáneo.